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La Estimulación Cerebral Profunda (ECP) se lleva a cabo cada vez más para varios trastornos neurológicos, siendo el más común la enfermedad de Parkinson. Este manual sobre la Estimulación Cerebral Profunda servirá como manual de referencia rápida para aquellos que quieran adquirir conocimientos sobre esta técnica neuroquirúrgica avanzada en la que neurólogos, neurocirujanos y neurofisiólogos desempeñan un papel fundamental. Las indicaciones, los procedimientos, las complicaciones y los ensayos científicos que corroboran la evidencia del uso de la ECP son tratados en diferentes apartados por expertos en los respectivos campos. Esto servirá más como una guía práctica que como un libro de texto teórico, ya que está escrito sobre la base de la experiencia práctica de los respectivos autores.
(Sujith Ovallath y el profesor Ravi Gopal Varma, director del Centro de Investigación de Trastornos del Movimiento de James Parkinson y consultor asociado del grupo de instituciones Aster, India, y antiguo profesor y jefe de neurocirugía de los hospitales Ramaiah, neurocirujano consultor principal, jefe de neurociencias del hospital Aster CMI de Bangalore, India)
Carta al director sobre la estimulación cerebral
Estudio clínico de estimulación cerebral profunda (ECP) en el cíngulo subcalloso (CSG) y el núcleo accumbens (NAc) para 8 pacientes con anorexia nerviosa (AN) crónica y severa refractaria al tratamiento. El objetivo principal es demostrar la eficacia y la seguridad. Los estudios demuestran que el SSG y el NAc son objetivos estratégicos en la fisiopatología y el hipotético tratamiento quirúrgico en pacientes con AN. La distribución de los pacientes (4 pacientes en cada diana) se hará por el tipo de AN y la comorbilidad asociada, las razones son: 1- Es conocida la importancia del tratamiento de la comorbilidad en la evolución de la AN, 2- Los dos tipos de AN tienen diferente comportamiento clínico y pronóstico, 3- Los estudios demuestran la eficacia en los pacientes con TOC y DM con la ECP NAc y en los pacientes con DM con la ECP CSG. La variable principal es el IMC. Después de una fase de evaluación de estabilización de 6 meses será seguida (sólo en los pacientes que tienen un aumento del 10% del IMC) por una fase de doble enlace, cruzada, donde los pacientes recibirán 3 meses con la estimulación encendida y 3 meses con la apagada. Todos los pacientes tendrán un seguimiento de 12 meses. Los objetivos secundarios del estudio son conocer la relación entre la respuesta a la estimulación (aumento del 10% del IMC) y las diferentes variables, especialmente el tipo de AN, la cormobidez asociada, el objetivo seleccionado y el estudio de tractografía por RMN preoperatoria.
Estimulación cerebral profunda depresión
La estimulación cerebral profunda (ECP) es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar una serie de síntomas neurológicos debilitantes comunes a los trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson (EP), el temblor esencial y la distonía. Es importante entender que la ECP no es una cura para la enfermedad subyacente, sino que puede ser un tratamiento eficaz para algunos de los síntomas motores asociados a la enfermedad.
La "estimulación cerebral profunda" que constituye el centro del tratamiento de la ECP procede de un electrodo (también llamado cable) que se coloca en una zona específica del cerebro, dependiendo del trastorno del movimiento que se esté tratando. El sistema de ECP consta de tres componentes: el electrodo implantado, un generador de impulsos implantable (GIP), que es el "paquete de baterías", y un cable aislado que conecta ambos, llamado extensión.
En la ECP, se implantan unos finos cables aislados, llamados electrodos, en uno o ambos lados del cerebro para estimular las zonas del cerebro que controlan el movimiento. Estas áreas -la corteza motora, la corteza premotora y las áreas sensoriales- pasan por los ganglios basales y ayudan a modular el tono muscular, la suavidad del movimiento voluntario y el "sentido de la posición" involuntario (la capacidad subconsciente de saber dónde está nuestro cuerpo en todo momento).
Revista de Neuromodulación
La primera aplicación clínica de la estimulación cerebral profunda crónica, por lo que se puede determinar a partir de la literatura, fue para el tratamiento del dolor crónico en la década de 1970. La estimulación cerebral profunda (ECP) consiste en la aplicación de impulsos eléctricos de baja intensidad, normalmente a una frecuencia de 130 Hz o cercana a ella, en lugares estratégicos del cerebro a través de electrodos implantados de forma permanente. Se cree que estos impulsos activan transitoriamente los axones cercanos; los efectos a distancia de la estimulación dependen de la función de las neuronas concretas estimuladas, es decir, si son inhibitorias o excitatorias. La alteración de la oscilación de las estructuras de red (por ejemplo, la alteración de la beta-oscilación en la enfermedad de Parkinson) conduce a una mejora de las manifestaciones de la enfermedad.
La ECP es un tratamiento puramente sintomático que debe administrarse de forma continua, por lo que suele mantenerse encendido las 24 horas del día. En general, la ECP se administra en impulsos de onda cuadrada de amplitud 1-5 V (o 0,5-10 mA) y duración 30-450 µs, siendo los valores precisos determinados por la indicación y por la optimización guiada clínicamente en el paciente individual. Se están desarrollando sistemas inteligentes (de bucle cerrado) para la ECP, pero aún no están disponibles. La ECP puede administrarse en modo de tensión constante o de corriente constante. Los electrodos se implantan en zonas profundas del cerebro en una operación estereotáctica que suele realizarse con anestesia local y, como mucho, con una ligera sedación. Se conectan, mediante cables de extensión que bajan por el tejido subcutáneo del cuello, a un generador de impulsos, también llamado "estimulador neural interno" o "marcapasos cerebral", que se implanta por vía subcutánea en la zona pectoral o abdominal. La implantación del generador de impulsos, la segunda y última parte de la operación de ECP, se realiza bajo anestesia general. (La batería del interior del generador de impulsos se agota en 3-5 años, momento en el que el generador de impulsos debe sustituirse en una breve intervención con anestesia local; también existen generadores de impulsos con baterías recargables externamente). Una vez colocado todo el sistema, el médico puede reajustar los parámetros de estimulación por vía telemétrica con un dispositivo de programación transcutánea (Figura 1).