Ondas para estimular el cerebro
Ondas cerebrales alfa
El entrenamiento de neurorretroalimentación se basa en el principio del condicionamiento operante, que consiste en recompensar al individuo por inhibir ciertas ondas cerebrales y aumentar otras, en función de sus niveles de excitación cortical. En la mayoría de los protocolos de entrenamiento de la NF se utiliza un estímulo auditivo o visual como refuerzo.
Algunas frecuencias de las ondas cerebrales son inhibidoras, mientras que otras son excitadoras. Esto significa que la estimulación de ciertas bandas de ondas puede ser responsable de las características asociadas a la sobreexcitación (por ejemplo, inquietud, hiperactividad y sensación de agitación), mientras que otras conducen a características de infraexcitación (por ejemplo, falta de concentración, distracción y ensoñación).
Como se ha mencionado, las diferentes ondas cerebrales se asocian a diferentes estados. Las ondas cerebrales se miden en hercios (Hz), ciclos por segundo, y pueden cambiar en una amplia gama de variables. Cuando dominan las ondas cerebrales más lentas podemos sentirnos perezosos, desatentos y dispersos, y podemos sentirnos deprimidos o desarrollar insomnio. Cuando abundan las frecuencias más altas, nos dedicamos al pensamiento crítico, a la hipervigilancia o a la ansiedad, pero también pueden producirse pesadillas, hipervigilancia y comportamiento impulsivo.
Ondas cerebrales beta altas
Todos tenemos ondas cerebrales, todo el tiempo. Nuestros cerebros crean ondas a diferentes frecuencias para transmitir información y pensamientos. Como dijo Li-Huei Tsai, profesora Picower de Neurociencia en el MIT , en su fascinante charla TED:
Las ondas que están entusiasmando a los científicos en cuanto a posibles tratamientos contra el Alzheimer son las ondas gamma, que oscilan entre 30 y 100 hercios (Hz). Son las responsables de sincronizar las actividades cerebrales en respuesta a la información sensorial, y también son activas en la memoria y el aprendizaje. Cuando estas ondas gamma son más débiles que los niveles normales, esto podría contribuir al progreso de la enfermedad de Alzheimer.
Uno de los problemas de la enfermedad de Alzheimer es la acumulación de placas de proteínas en el cerebro, que bloquean las conexiones. Al parecer, al estimular el cerebro con ondas gamma a una frecuencia de 40 Hz, ya sea a través de la luz, el sonido o ambos, se estimulan las células inmunitarias del cerebro que eliminan los residuos. Asimismo, las ondas gamma parecen estimular la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que permite un mayor flujo de sangre que ayuda al cerebro a "eliminar" los residuos.
Meditación con ondas cerebrales
Este tratamiento no invasivo, que funciona mediante la inducción de ondas cerebrales conocidas como oscilaciones gamma, también redujo en gran medida el número de placas amiloides encontradas en el cerebro de estos ratones. Las placas se eliminaron en grandes franjas del cerebro, incluidas las zonas críticas para las funciones cognitivas, como el aprendizaje y la memoria.
Se necesitarán más estudios, dice, para determinar si este tipo de tratamiento funcionará en pacientes humanos. Los investigadores ya han realizado algunas pruebas preliminares de seguridad de este tipo de estimulación en sujetos humanos sanos.
Las neuronas del cerebro generan señales eléctricas que se sincronizan para formar ondas cerebrales en varios rangos de frecuencia diferentes. Estudios anteriores han sugerido que los pacientes con Alzheimer tienen alteraciones de sus oscilaciones de frecuencia gamma, que van de 25 a 80 hercios (ciclos por segundo) y se cree que contribuyen a funciones cerebrales como la atención, la percepción y la memoria.
En 2016, Tsai y sus colegas informaron por primera vez de los efectos beneficiosos de restaurar las oscilaciones gamma en los cerebros de ratones genéticamente predispuestos a desarrollar síntomas de Alzheimer. En ese estudio, los investigadores utilizaron parpadeos de luz a 40 hercios, suministrados durante una hora al día. Descubrieron que este tratamiento reducía los niveles de placas beta amiloides y de otro marcador patogénico relacionado con el Alzheimer, la proteína tau fosforilada. El tratamiento también estimuló la actividad de las células inmunitarias encargadas de la limpieza de los residuos, conocidas como microglía.
Frecuencia de las ondas cerebrales
El lóbulo temporal, junto con el hipocampo, es responsable del procesamiento de la memoria. La onda gamma está implicada en este proceso. Para desarrollar un protocolo para el cerebro humano, es vital comprender mejor la relación entre la onda gamma y la memoria a largo plazo.
Cincuenta y ocho participantes de entre 6 y 60 años participaron en experimentos de memoria a largo plazo. Se prevé que se pueda estimular el cerebro mediante latidos binaurales (frecuencia de sonido) a 40 Hz (gamma) para mejorar la capacidad de memoria a largo plazo. Las grabaciones de EEG se transformaron en sonido y luego en un estándar de información, concretamente ASCII.
El análisis estadístico mostró una relación proporcional entre la memoria a largo plazo y la actividad gamma. Los resultados de las grabaciones de EEG indican un patrón. El patrón se obtuvo mediante la descodificación de un registro de EEG a sonido y luego a ASCII.
La estimulación de la gamma debería aumentar la capacidad de la memoria a largo plazo. Hay que seguir investigando para descifrar la clave del protocolo del cerebro humano. Esta clave permitirá procesar la información directamente desde y hacia la memoria humana a través de la gamma, el hipocampo y el lóbulo temporal.