Porque la música de mozart estimula el cerebro

Porque la música de mozart estimula el cerebro

Beneficios de la música clásica

Todos los padres quieren que sus hijos sean inteligentes y tengan éxito. Escuchar y experimentar la música estimula el cerebro del feto y ayuda al crecimiento de la estructura cerebral. La música aumenta la inteligencia del feto y la estimulación sonora favorece la maduración del cerebro.

En teoría, la inteligencia no sólo depende de factores genéticos, sino también del entorno. Entre los esfuerzos para aumentar el crecimiento y el desarrollo del cerebro está el de proporcionar una nutrición y una estimulación adecuadas durante el embarazo. Sin embargo, es lamentable que los indonesios se centren en el suministro de nutrientes. La combinación de alimentación y estimulación es una forma de mejorar la calidad del cerebro.

El estímulo más fácilmente aceptado por el feto es la música, porque es la combinación de sonidos más armoniosa. Se ha demostrado que la música clásica mejora el funcionamiento del cerebro de forma óptima. De los muchos tipos de música clásica, la de Mozart es una de las que más ha llamado la atención del público. Varios estudios han demostrado que la música de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) es la que más efectos positivos tiene en el desarrollo de fetos, bebés y niños. Se sabe que la estimulación de la música de Mozart durante el embarazo produce un parámetro potencial de inteligencia, a saber, el aumento del número de células cerebrales.

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Mozart para el poder del cerebro

Si es usted un devoto de la música clásica, ya sabe que los estilos musicales de Beethoven, Vivaldi o Bach pueden transportarle a otro reino. Para otros, estas obras maestras son una simple melodía que suena en la sala de espera del médico. Independientemente de lo que piense sobre la música clásica, las investigaciones demuestran que ésta puede afectar al cerebro de diversas formas positivas, desde el fomento de la memoria hasta la ayuda a la relajación.

Si dicen que la música es "alimento para el alma", las composiciones clásicas son omega-3, antioxidantes y una pizca de cafeína. Durante un grupo de control realizado en 1993, el físico y profesor de la Universidad de California, Dr. Gordon Shaw, observó un aumento del coeficiente intelectual en sus estudiantes universitarios tras escuchar a Mozart. Etiquetado como el "efecto Mozart", el estudio suscitó mucho escepticismo y dudas entre los expertos. Aunque los resultados no se relacionaron específicamente con una respuesta en el aumento del CI, el Dr. Shaw creía que escuchar a Mozart podía ser útil para calentar partes del cerebro relacionadas con el pensamiento abstracto.

Efecto Mozart

Las ratas que escucharon una sonata de Mozart expresaron niveles más altos de varios genes implicados en la estimulación y el cambio de las conexiones entre las células cerebrales, según el estudio. El equipo, incluido el investigador que propuso por primera vez el efecto Mozart, espera que los resultados les ayuden a diseñar tratamientos de musicoterapia para personas que sufren enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

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El efecto Mozart salió a la luz por primera vez en un artículo publicado en 1993 en Nature (vol. 365, p. 611), cuando Fran Rauscher, neurocientífico de la Universidad de Wisconsin Oshkosh (EE.UU.), y sus colegas demostraron que los estudiantes universitarios que escuchaban la Sonata para dos pianos en re mayor de Mozart durante 10 minutos obtenían mejores resultados en una prueba de razonamiento espacial que los estudiantes que escuchaban música new age o nada en absoluto.

Los científicos discutieron sobre si el fenómeno tenía una explicación relativamente sencilla, como la de mejorar el estado de ánimo de una persona, o si el efecto estaba ligado a una cualidad única de las composiciones de Mozart. Un estudio señaló que las cualidades rítmicas particulares de la música de Mozart imitan algunos ciclos rítmicos que se producen en el cerebro humano.

Teoría del efecto Mozart

Se ha demostrado que la música clásica es la música de la inteligencia. El efecto Mozart se refiere a una teoría científica popular según la cual escuchar las composiciones de Mozart aumenta la inteligencia espacial. Estudios recientes centrados en los niños y sus reacciones al escucharlos han demostrado que escuchar música clásica puede tener efectos duraderos en el cerebro de los niños; puede estimular la función cerebral de los niños pequeños en desarrollo y mejorar la comprensión de las matemáticas y otras habilidades numéricas. Entrena al cerebro para que reconozca todas las partes que trabajan juntas para formar un todo. "Mozart: Música Clásica para Niños" contiene una lista de canciones seleccionadas por expertos en música para mejorar las habilidades cognitivas de su hijo.

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