Estimulantes drogas efectos
Estimulantes para el TDAH
Otros estimulantes de uso comúnEfectos de los estimulantesNo existe un nivel seguro de consumo de drogas. El consumo de cualquier droga siempre conlleva algún riesgo. Es importante tener cuidado al tomar cualquier tipo de droga.Los estimulantes afectan a cada persona de forma diferente, en función de:Para dosis más bajas, los efectos incluyen:Las dosis más altas pueden provocar: Uso de estimulantes con otras drogas Los efectos de tomar estimulantes con otras drogas -incluyendo medicamentos de venta libre o recetados- pueden ser impredecibles y peligrosos.
Reducir el dañoEs probable que el consumo de estimulantes sea más peligroso cuando:Dependencia y toleranciaLas personas que consumen estimulantes con regularidad pueden desarrollar dependencia y tolerancia a los mismos. La tolerancia significa que es necesario tomar mayores cantidades de estimulantes para obtener el mismo efecto.La dependencia de los estimulantes puede ser psicológica, física o ambas. Las personas dependientes de los estimulantes descubren que el consumo de la droga se convierte en algo mucho más importante que otras actividades de su vida. La dependencia física se produce cuando el cuerpo de una persona se adapta a los estimulantes y se acostumbra a funcionar con la presencia de los mismos.Obtención de ayudaSi el consumo de estimulantes está afectando a su salud, familia, relaciones, trabajo, estudios, situación económica u otras situaciones vitales, o está preocupado por un ser querido, puede encontrar ayuda y apoyo.
Drogas de fiesta
Esta miniguía forma parte de un conjunto más amplio, que en conjunto constituye Respuestas sanitarias y sociales a los problemas de drogas: una guía europea. Ofrece una visión general de lo que hay que tener en cuenta a la hora de planificar o dar respuestas sanitarias y sociales a los problemas relacionados con los estimulantes, y revisa las intervenciones disponibles y su eficacia. También analiza las implicaciones para la política y la práctica.
Muchos de los daños derivados del consumo de estimulantes se asocian a un consumo intensivo, a altas dosis o a largo plazo. La vía de administración es un importante factor mediador, y tanto la inyección de estimulantes como el consumo de crack o metanfetamina están especialmente relacionados con patrones de consumo más problemáticos. Sin embargo, los problemas agudos pueden afectar incluso a quienes experimentan con estimulantes o los consumen ocasionalmente.
Los estimulantes pueden utilizarse de forma funcional, por ejemplo, para mantenerse despierto cuando se conduce, se trabaja muchas horas o se socializa en ambientes nocturnos. Esto significa que algunas de las respuestas adecuadas al consumo de estimulantes son específicas de cada entorno o se solapan con medidas de salud pública más genéricas. Los entornos en los que se consumen estimulantes y el hecho de que a veces se utilicen en un contexto sexual también implican que las respuestas relacionadas con las drogas pueden solaparse con las respuestas a los problemas de salud sexual, especialmente en determinados grupos.
¿Es la cafeína una droga?
Los estimulantes son una clase de fármacos que "estimulan" el sistema nervioso central del organismo, que incluye el cerebro y la médula espinal. Aumentan los niveles de catecolaminas, una familia de sustancias químicas cerebrales que incluye la dopamina. Estas sustancias químicas se utilizan en los procesos cerebrales para señalar la recompensa y la motivación. Al aumentar los niveles de catecolaminas, los estimulantes pueden incrementar temporalmente el nivel de energía y el estado de alerta de una persona. Los estimulantes también pueden provocar otros cambios en el organismo. Los efectos varían según la droga concreta, la cantidad de droga y la forma de tomarla. Por ejemplo, los estimulantes que se esnifan o se inyectan tienen efectos más inmediatos que los que se ingieren.
Los estimulantes incluyen la cafeína que se encuentra en el café, medicamentos como el metilfenidato (Ritalin®, Concerta®) y drogas de abuso, como la metanfetamina y la cocaína. Los estimulantes pueden tener propiedades útiles, en las circunstancias adecuadas. Por ejemplo, los médicos utilizan algunos estimulantes para tratar trastornos como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, cuando se abusa de ellos, los estimulantes pueden suponer graves riesgos para el cerebro y el organismo. Sigue leyendo para conocer los efectos de los siguientes estimulantes:
Estimulantes del SNC
Los fármacos estimulantes aceleran los mensajes que viajan entre el cerebro y el cuerpo. Así, suelen aumentar el pulso y la frecuencia respiratoria, elevar la tensión arterial, suprimir el apetito y dilatar las pupilas.
Los fármacos depresores ralentizan el funcionamiento del cerebro. Suelen aliviar la ansiedad. No hacen que la persona se sienta necesariamente deprimida, sino que reducen la coordinación y alteran la concentración y el juicio.
Las drogas alucinógenas distorsionan la percepción de la realidad, es decir, cambian la forma en que una persona ve, oye y siente una situación. Por ejemplo, una persona puede ver cosas que en realidad no existen, o una experiencia sensorial normal puede exagerarse (como ver los colores más vivos).
Los efectos de los alucinógenos varían, aunque a menudo producen sensaciones de relajación. Otros efectos a corto plazo son náuseas, aumento del ritmo cardíaco, mareos, confusión, torpeza y cambios emocionales.
No existe un nivel seguro de consumo de alcohol o drogas y el uso de cualquier droga siempre conlleva algún riesgo. La combinación de drogas, también conocida como "policonsumo", aumenta el riesgo y puede ser extremadamente peligrosa. Los efectos de la mezcla de drogas pueden ser impredecibles y las personas corren más riesgo de sobredosis, incluso de muerte.