Las drogas estimulantes

Las drogas estimulantes

Las mejores drogas estimulantes

Los estimulantes recetados son medicamentos que se utilizan generalmente para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia, es decir, episodios incontrolables de sueño profundo. Aumentan el estado de alerta, la atención y la energía.

Algunas personas toman estimulantes con receta para intentar mejorar su rendimiento mental. Los adolescentes y los estudiantes universitarios a veces los consumen para tratar de obtener mejores calificaciones, y los adultos mayores los consumen para tratar de mejorar su memoria. Tomar estimulantes recetados por razones distintas al tratamiento del TDAH o la narcolepsia puede tener efectos perjudiciales para la salud, como la adicción, los problemas cardíacos o la psicosis.

Cuando se hace un mal uso de un estimulante recetado, las personas pueden ingerir el medicamento en su forma normal. También pueden triturar los comprimidos o abrir las cápsulas, disolver el polvo en agua e inyectar el líquido en una vena. Algunos también pueden esnifar o fumar el polvo.

Los estimulantes recetados aumentan la actividad de las sustancias químicas cerebrales dopamina y norepinefrina. La dopamina interviene en el refuerzo de las conductas gratificantes. La norepinefrina afecta a los vasos sanguíneos, la presión arterial y el ritmo cardíaco, el azúcar en sangre y la respiración.

Datos sobre los estimulantes

Los estimulantes son una clase de droga psicoactiva que proporciona mejoras temporales en el funcionamiento físico o mental, elevando el estado de ánimo y aumentando la sensación de bienestar, energía y alerta. Los estimulantes suelen denominarse "uppers". Algunos ejemplos de drogas estimulantes son la cocaína, las metanfetaminas, las anfetaminas, la nicotina y el éxtasis.

  Fotos de drogas estimulantes

Los estimulantes se consumen de varias maneras, dependiendo del tipo. Las drogas estimulantes pueden tragarse en forma de píldora, esnifarse en forma de polvo, inyectarse con una aguja o jeringa, o calentarse en forma de cristal y fumarse. Los estimulantes inyectados o fumados llegan al cerebro más rápidamente y, por tanto, producen los subidones más intensos. Esnifar o ingerir estimulantes produce un subidón menos intenso pero más duradero.

A menudo, los consumidores crónicos de estimulantes intentan compensar la disminución de los subidones tomando más y más estimulantes para experimentar el mismo placer inicial. Esto puede dar lugar a una mayor dependencia y adicción. Los estimulantes pueden ser mortales, especialmente cuando se toman en grandes dosis o se mezclan con otras sustancias.Cómo afectan los estimulantes a los usuariosEfectos deseados de los estimulantes

Depresores

Las drogas estimulantes aceleran los mensajes que viajan entre el cerebro y el cuerpo. Por ello, suelen aumentar el pulso y la frecuencia respiratoria, elevar la presión arterial, suprimir el apetito y dilatar las pupilas.

Los fármacos depresivos ralentizan el funcionamiento del cerebro. Suelen aliviar la ansiedad.    No hacen que la persona se sienta necesariamente deprimida, sino que reducen la coordinación y perjudican la concentración y el juicio.

  Sintomas de las drogas estimulantes

Las drogas alucinógenas distorsionan la percepción de la realidad, es decir, cambian la forma en que una persona ve, oye y siente una situación.    Por ejemplo, una persona puede ver cosas que no existen en realidad, o una experiencia sensorial normal puede ser exagerada (como ver los colores más vivos).

Los efectos de los alucinógenos varían, aunque a menudo producen sensaciones de relajación.    Otros efectos a corto plazo son náuseas, aumento del ritmo cardíaco, mareos, confusión, torpeza y cambios emocionales.

No existe un nivel seguro de consumo de alcohol o drogas y el uso de cualquier droga siempre conlleva algún riesgo. La combinación de drogas, también conocida como "policonsumo", aumenta el riesgo y puede ser extremadamente peligrosa. Los efectos de la mezcla de drogas pueden ser imprevisibles y las personas corren más riesgo de sobredosis, incluso de muerte.

Efectos de los estimulantes en el cuerpo

Los estimulantes son una clase de fármacos que potencian la actividad cerebral. Históricamente, los estimulantes de venta con receta se utilizaban para tratar el asma, la obesidad, los trastornos neurológicos y una serie de otras dolencias, antes de que se pusiera de manifiesto su potencial para el abuso y la adicción[1]. Desde el punto de vista médico, en la actualidad sólo se recetan para unas pocas dolencias, como la narcolepsia, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el tratamiento a corto plazo de la obesidad[2].

  Drogas estimulantes consecuencias

Es peligroso para cualquier persona tomar medicamentos que no le hayan sido recetados. Los estimulantes aumentan la cantidad de mensajeros químicos naturales llamados norepinefrina y dopamina en el cerebro. Esto, a su vez, aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco, contrae los vasos sanguíneos, aumenta la glucosa en sangre y aumenta la respiración, lo que puede provocar latidos cardíacos rápidos o irregulares, delirio, pánico, psicosis, paranoia e insuficiencia cardíaca. También existe la posibilidad de que se produzca un fallo cardiovascular (ataque al corazón) o convulsiones mortales. Los estimulantes pueden ser adictivos en el sentido de que los individuos comienzan a usarlos compulsivamente[2].

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