Programa de estimulación del lenguaje oral pelo

Estrategias de enseñanza del síndrome de Down
Esperamos que nuestros bebés y niños pequeños se lleven constantemente cosas a la boca. ¿Pero qué ocurre si ese comportamiento continúa en los años preescolares y más allá? Tal vez se pregunte si esto podría ser un signo de un trastorno del neurodesarrollo o si sólo es una etapa que a su hijo le está costando un poco más superar. En última instancia, tomar medidas para ayudar a su hijo con su fijación oral limitará el comportamiento oral negativo y reducirá los efectos que puede causar.
La fijación oral entra en una categoría de comportamiento llamada "estimulación". Según Medical News Today, "los movimientos corporales repetitivos o el movimiento repetitivo de objetos se conoce como comportamiento autoestimulante, abreviado como stimming."
El comportamiento de estimulación se asocia a menudo con trastornos neurológicos como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o los Trastornos del Espectro Autista (TEA), pero también puede ser una parte normal del desarrollo infantil o verse en niños que experimentan ansiedad. De hecho, la mayoría de las personas exhiben un comportamiento de estimulación de alguna manera (girar el pelo o dar golpecitos con el pie son comunes), pero hay estímulos más "atípicos", y la fijación oral suele entrar en esta categoría.
Kit de motricidad oral
Hemos descrito cómo los oídos, la piel, los ojos y los músculos y articulaciones canalizan la información sobre el entorno de los niños hacia su cerebro, donde puede ser procesada y comprendida. ¿Pero qué pasa con la boca?
Los receptores sensoriales de la boca nos permiten percibir la temperatura, la textura (por ejemplo, suave como el yogur, dura como una patata frita o una mezcla de texturas como los cereales con leche) y el sabor (por ejemplo, dulce, salado, amargo, ácido).
Nuestro cerebro también recibe mucha información propioceptiva de la articulación de la mandíbula al morder y masticar diferentes alimentos que ofrecen distintos tipos de resistencia (por ejemplo, una zanahoria crujiente, un caramelo masticable).
El procesamiento sensorial oral también contribuye a la forma en que movemos la boca, controlamos la saliva y producimos sonidos para hablar con claridad. La forma en que nuestra boca percibe la información sensorial nos ayuda a comer y beber de forma funcional y adaptativa y nos permite disfrutar y participar en las comidas con la familia y los amigos.
Los niños con un sistema sensorial oral sano suelen comer una variedad de alimentos con distintos sabores y texturas. Están dispuestos a probar nuevos alimentos (dentro de lo razonable... es habitual que los niños pequeños eviten ciertos alimentos como las verduras de hoja verde y ciertos tipos de carne).
Implante coclear
Hay varias cosas que puedes hacer para ayudar a satisfacer esa necesidad de forma segura. A efectos de este post, me referiré a los niños, pero las recomendaciones que aquí se dan pueden aplicarse a cualquier edad. Algunos niños se recuperan, otros pueden tener siempre necesidades sensoriales orales en cierta medida hasta la edad adulta.
Por favor, tenga en cuenta que la información aquí está basada en mi experiencia con los niños que he visto personalmente como logopeda, y puede no ser relevante para todos. NO hay nada que sustituya a una evaluación en persona con un profesional capacitado, con un tratamiento adaptado a las necesidades de su hijo.
Imagínese que está en una situación estresante y que, para calmarse, empieza a respirar muy profundamente. Entonces alguien se acerca a ti y te dice que dejes de respirar profundamente. Eso sería inapropiado, ¿verdad? ¿Por qué no ibas a intentar calmarte? Del mismo modo, masticar es en gran medida un mecanismo de afrontamiento: es un movimiento repetitivo que ayuda a organizarse y a desestresarse.
Hemos oído a algunas personas decir: "Dejar que tu hijo mastique cosas es una mala crianza: dile a tus hijos que dejen de hacerlo". Esto no es cierto y no resolverá el problema. Es posible que se trate de un problema de comportamiento. Sin embargo, según mi experiencia, el hecho de masticar regularmente objetos que no son alimentos suele tener una base sensorial. Sus cuerpos les dicen que necesitan un estímulo propioceptivo, y ellos están escuchando astutamente y siguiendo su ejemplo.
Herramientas de conversación
El entrenamiento auditivo es un proceso para enseñar al cerebro a escuchar. Es un proceso para educar a las personas con discapacidades auditivas para que utilicen todas las señales auditivas que tienen (Carhart 1960). El objetivo es ayudarles a que adquieran de forma natural habilidades auditivas como las que tienen las personas normales sin someterse a ninguna intervención (Erber 1980). El entrenamiento auditivo incluye actividades auditivas cuyo objetivo es optimizar la percepción del habla a través de la audición. Goldstein (1939) lo definió como el desarrollo de la capacidad de distinguir las diferentes características del sonido del habla y del sonido no hablado.
Utilizamos nuestro cerebro para escuchar. Aunque el uso de audífonos y/o implantes cocleares puede ayudar a los pacientes a identificar los sonidos de tono bajo, su uso no proporciona únicamente una buena capacidad de escucha al paciente. El sonido que recibe y oye un paciente con audífono o implante coclear no es el mismo que el que oyen las personas con capacidades auditivas normales. Esto se debe a la falta de capacidad del cerebro para percibir el sonido durante las primeras etapas de uso del audífono y del implante coclear. Por lo tanto, el paciente tiene que aprender a percibir los sonidos que recibe (ya sea del entorno, del habla, de la música, etc.) y se requiere un entrenamiento auditivo para que el cerebro acepte y comprenda el estímulo. Con la estimulación continua, el entrenamiento permite al paciente diferenciar, reconocer y emparejar los sonidos.
