Estimulador de nervio periferico
Precio del estimulador de nervios periféricos
La estimulación nerviosa periférica (ENP) es un método comúnmente utilizado para tratar el dolor crónico. Los pacientes que son buenos candidatos para la estimulación nerviosa periférica son los que tienen dolor nervioso localizado secundario a un traumatismo, una cirugía previa, una amputación o incluso la diabetes. Esta terapia también se ha utilizado en pacientes con síndrome de dolor regional complejo (SDRC).
La colocación de la ENP implica un procedimiento menor que coloca un pequeño dispositivo eléctrico (un electrodo en forma de cable) junto a uno de los nervios periféricos (son los nervios que se encuentran más allá del cerebro o la médula espinal). El electrodo emite rápidos impulsos eléctricos que se sienten como leves hormigueos (las llamadas parestesias). El dolor se sustituye esencialmente por estas parestesias. Los pacientes que se someten a la PNS tienen un controlador o una aplicación en su teléfono que les permite controlar la intensidad del estímulo y las sensaciones que sienten. La ENP es una terapia emergente que puede ser una alternativa a procedimientos más invasivos como la estimulación medular o la cirugía.
Uso de estimuladores nerviosos periféricos
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La estimulación nerviosa periférica es una técnica en la que se colocan electrodos a lo largo del recorrido de los nervios periféricos para controlar el dolor. Estos dispositivos son una forma extremadamente segura, eficiente y efectiva de mejorar una variedad de condiciones de dolor neuropático severo.
Una vez colocados los electrodos, se encienden para administrar una débil corriente eléctrica al nervio. El paciente experimenta una agradable sensación de hormigueo. Al estimular las vías sensoriales no dolorosas, la corriente eléctrica engaña al cerebro para que apague (o atenúe significativamente) las señales dolorosas. De este modo, se produce un alivio del dolor. En general, la mayoría de los pacientes pueden entonces reducir o suspender por completo sus medicamentos para el dolor.
La estimulación nerviosa se realiza en un proceso de dos pasos. Primero se coloca un electrodo de prueba temporal. Éste se deja colocado durante una semana aproximadamente, para que el paciente pueda determinar si la estimulación nerviosa periférica es útil. El electrodo se conecta a una fuente de alimentación externa que el paciente controla. En caso de que el estimulador no ayude, se retira. Si ayuda, el electrodo temporal se sustituye por un electrodo permanente que se conecta a una batería interna, similar a la batería de un marcapasos. Una vez colocado, el paciente puede reanudar sus actividades cotidianas, como nadar, hacer ejercicio y trabajar.
Estimulador nervioso periférico implantable
El dolor puede tratarse con frecuencia mediante terapias no quirúrgicas, como los medicamentos orales, las inyecciones y los bloqueos nerviosos. Sin embargo, cuando estas opciones no consiguen aliviar el dolor, la estimulación nerviosa periférica (ENP) puede ser una alternativa adecuada.
Al igual que la estimulación de la médula espinal, la estimulación nerviosa periférica es un enfoque no medicinal que utiliza una estimulación eléctrica suave para enmascarar las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro. Sin embargo, la estimulación nerviosa periférica (ENP) difiere de la estimulación de la médula espinal porque coloca los dispositivos de estimulación directamente sobre el nervio en la zona del dolor objetivo, no en la médula espinal donde se origina el nervio.
Las configuraciones de los sistemas de estimulación nerviosa periférica disponibles actualmente varían mucho. Algunos están pensados para un uso a largo plazo, y otros están diseñados para ser utilizados durante períodos cortos antes de ser retirados. La Clínica Mayo ha constatado que las investigaciones clínicas demuestran que la estimulación nerviosa periférica puede utilizarse eficazmente en el tratamiento del dolor tanto agudo como crónico, y que la estimulación durante un máximo de 60 días puede proporcionar un alivio significativo y sostenido una vez finalizado su uso.
Anestesia con estimuladores nerviosos periféricos
La estimulación nerviosa periférica se está convirtiendo en una opción de tratamiento muy popular para todo tipo de dolencias, desde el dolor de espalda persistente hasta las neuropatías raras. En comparación con los analgésicos opiáceos, la tecnología de estimulación nerviosa periférica funciona mejor, dura más y no conlleva riesgo de dependencia.
Los opiáceos y otros medicamentos tienen un papel en el tratamiento del dolor, pero conllevan efectos secundarios y riesgos como el abuso y el potencial de adicción, afirma Melanie Ellers, enfermera especializada en el tratamiento del dolor de Duke. "La estimulación nerviosa periférica podría cambiar la vida de muchas personas".
La estimulación nerviosa periférica utiliza energía eléctrica para impedir que determinados nervios envíen señales de dolor al cerebro. La administración de pequeños impulsos eléctricos al nervio cambia su comportamiento y la frecuencia con la que se dispara.
Algunos datos demuestran que la estimulación nerviosa periférica cambia realmente la señalización en el cerebro y la forma en que éste percibe y responde al dolor crónico. Debido a la alta frecuencia de la estimulación, no se puede sentir.
Los especialistas en el tratamiento del dolor identifican primero qué nervios del cuerpo están causando el dolor crónico. A continuación, los médicos utilizan la guía de rayos X y ultrasonidos para colocar con precisión un fino electrodo o cable junto al nervio objetivo. El extremo del cable, que puede ser tan fino como un espagueti o un hilo de coser, se oculta bajo la piel o sale a través de ella y se fija.