Depresores y estimulantes del sistema nervioso central

Depresores y estimulantes del sistema nervioso central

Lista de estimulantes y depresores

Cuando los adultos y los jóvenes buscan ayuda y tratamiento contra las drogas, suele ser debido a estas dos clases generales de drogas adictivas: los estimulantes y los depresores. Basándonos en sus nombres, podemos entender en qué se diferencian estos dos. Básicamente, los depresores ralentizan las partes del cuerpo controladas por el sistema nervioso central, mientras que los estimulantes aceleran la actividad del sistema nervioso central, incluido el cerebro.

Aunque la mayoría de las personas toman estos medicamentos recetados con responsabilidad, el uso indebido y recreativo de las drogas es cada vez más frecuente. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, alrededor de 18 millones de personas abusaron de los medicamentos estimulantes y depresores al menos una vez en 2019.

Además, los estimulantes y depresores se cobran vidas cada año, siendo la sobredosis accidental la principal causa de muerte de personas menores de 50 años en 2017. El abuso a largo plazo también puede provocar otros problemas de salud. Por eso es imprescindible conocer los efectos de cada tipo. Estar familiarizado con ellos puede ayudar a reconocer el abuso, la adicción y la sobredosis.

¿Qué son los estimulantes y depresores del SNC?

Las drogas clasificadas como estimulantes o depresoras tienen algo en común: ambas actúan sobre el sistema nervioso central (SNC), incluido el cerebro. La diferencia básica entre ellas es que los estimulantes aceleran el funcionamiento de este sistema, mientras que los depresores lo ralentizan.

¿Qué son los estimulantes del sistema nervioso central?

(SEN-trul NER-vus SIS-tum STIM-yoo-lunt) Tipo de droga que aumenta los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro y aumenta el estado de alerta, la atención, la energía y la actividad física. Los estimulantes del sistema nervioso central también elevan la presión arterial y aumentan la frecuencia cardíaca y respiratoria.

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Fármacos estimulantes frente a fármacos depresivos

Los médicos reconocen desde hace tiempo que los distintos tipos de drogas afectan a las personas de forma diferente. Sin embargo, las drogas pueden ser categorizadas o clasificadas de acuerdo con ciertas sintomatologías o efectos compartidos. El proceso de categorización del DRE se basa en estos hechos aceptados desde hace tiempo por los médicos. Los EDR clasifican las drogas en una de las siete categorías siguientes: depresores del sistema nervioso central (SNC), estimulantes del SNC, alucinógenos, anestésicos disociativos, analgésicos narcóticos, inhalantes y cannabis. Las drogas de cada una de estas categorías pueden afectar al sistema nervioso central de una persona y mermar sus facultades normales, incluida la capacidad de una persona para conducir con seguridad un vehículo de motor.

Los depresores del SNC ralentizan el funcionamiento del cerebro y del cuerpo. Algunos ejemplos de depresores del SNC son el alcohol, los barbitúricos, los tranquilizantes contra la ansiedad (por ejemplo, Valium, Librium, Xanax, Prozac y Thorazine), el GHB (gamma hidroxibutirato), el Rohipnol y muchos otros antidepresivos (por ejemplo, Zoloft, Paxil).

Los estimulantes del SNC aceleran el ritmo cardíaco y elevan la presión arterial y "aceleran", o sobreestimulan, el cuerpo. Algunos ejemplos de estimulantes del SNC son la cocaína, la cocaína "crack", las anfetaminas y la metanfetamina ("crank").

Estimulante o depresor de la nicotina

Los fármacos depresores del sistema nervioso central (SNC) son los tranquilizantes, los sedantes y los hipnóticos. La función de estos fármacos es ralentizar la actividad cerebral. Como ralentizan el SNC, son útiles para tratar la ansiedad, el pánico y los trastornos del sueño.

  Que es un estimulo en el sistema nervioso

Los fármacos depresores del SNC están disponibles como sedantes de prescripción y como sedantes de venta libre (OTC). Disponer de sedantes depresivos de venta libre da una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, su uso prolongado puede provocar adicción a los depresores y síntomas de abstinencia.

Los medicamentos como los sedantes, los tranquilizantes y los hipnóticos son fármacos depresores. Estos fármacos actúan fijando los neurotransmisores en el cerebro. Como resultado, el SNC se ralentiza y provoca somnolencia y relajación, y disminuye las inhibiciones.

Algunos fármacos depresores son mucho más seguros y se recetan más que otros. Sin embargo, tanto los sedantes de venta libre como los recetados pueden provocar adicción a los depresores. Por ello, los fármacos depresores deben utilizarse según las indicaciones.

Es difícil responder si los depresores son menos peligrosos que los estimulantes. Los fármacos depresores ralentizan el SNC y tienen riesgos peligrosos. Pero los estimulantes también son peligrosos. El "choque" que sigue al "subidón" tiene riesgos muy graves. Por esta razón, es difícil decir si los depresores son menos peligrosos que los estimulantes.

En qué se parecen los estimulantes y los depresores quizlet

Los depresores del Sistema Nervioso Central (SNC) son medicamentos que incluyen sedantes, tranquilizantes e hipnóticos. Estos fármacos pueden ralentizar la actividad cerebral, por lo que son útiles para tratar la ansiedad, el pánico, las reacciones de estrés agudo y los trastornos del sueño.

Los depresores del SNC provocan somnolencia; los sedantes suelen recetarse para tratar trastornos del sueño como el insomnio y los hipnóticos pueden inducir el sueño, mientras que los tranquilizantes se recetan para tratar la ansiedad o aliviar los espasmos musculares.

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La mayoría de los depresores del SNC actúan en el cerebro aumentando la actividad del ácido gamma-aminobutírico (GABA), una sustancia química que inhibe la actividad cerebral. Esta acción provoca los efectos somníferos y calmantes que hacen que el medicamento sea eficaz para la ansiedad y los trastornos del sueño. Las personas que empiezan a tomar depresores del SNC suelen sentirse somnolientas y descoordinadas durante los primeros días, hasta que el cuerpo se adapta a estos efectos secundarios. Otros efectos del uso y del abuso pueden ser:

Si una persona toma depresores del SNC a largo plazo, puede necesitar dosis mayores para conseguir efectos terapéuticos. El uso continuado también puede conducir a la dependencia y al síndrome de abstinencia cuando se reduce o se interrumpe bruscamente su uso. La interrupción repentina también puede tener consecuencias perjudiciales, como las convulsiones.

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